Reseña: Al final, lo único que pasa es que todo pasa, de Núria Jordà

 

Ficha técnica

Título original: Al final, lo único que pasa, es que todo pasa
Autor: Núria Jordà
Género: Autoayuda, reflexivo, no ficción
Editorial: Ediciones B
Año de publicación: 2023
Páginas: 160

ISBN: 9788466676588

Muchas gracias a la editorial Ediciones B por el envío de este ejemplar.

Sinopsis

La protagonista de esta historia tenía apenas veintiún años cuando le detectaron un tumor en la carótida izquierda que cambió su vida para siempre. Al diagnóstico le siguieron muchas pruebas, un baipás, una delicada operación para extirparle el tumor y otra demoledora noticia al despertar: tenía disfagia -un trastorno poco conocido que impide tragar.

A partir de entonces, Núria tuvo que (re)aprenderlo casi todo: a beber agua, a convivir con la enfermedad, a compartir su historia con miles de personas a través de una pantalla y a sacar fuerzas de donde no las hay.

Este libro es una lección sobre cómo convertir la debilidad en fortaleza y la angustia en esperanza. Es una invitación a ser más empáticos y a buscar el lado positivo de las adversidades incluso cuando la vida se hace muy cuesta arriba.

En la vida todo es temporal y a pequeños pasos se pueden construir grandes cosas.

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Opinión personal

He tenido la fortuna de sumergirme en las páginas de un libro revelador, protagonizado por una valiente joven llamada Núria Jordà. Su título es “Al final, lo único que pasa, es que todo pasa”, y solamente por ese título tan revelador, supe que iba a ser un libro de los que me gusta presentaros aquí, de los que creo que todos podemos sacar algo positivo y cuya divulgación siempre ayuda un poco a derribar tabúes.

Leyendo sobre la autora, resulta que ya era conocida en redes sociales como Núria Disfagia, y de hecho, cuando subí contenido a TikTok sobre este libro, mucha gente se sorprendió al saber que Núria tenía un libro.

Núria Jordà es valenciana, tiene 21 años, estudia Educación Primaria y es paciente de disfagia orofaríngea. En su cuenta de TikTok donde cuenta con más de 670 mil seguidores y que usa a modo de blog, comparte información sobre el trastorno y cuenta los retos a los que se enfrenta día a día. 

Núria ha utilizado este libro a modo de diario, bien para desahogarse, bien para concienciar a la sociedad sobre su problema.  Núria enfrenta un desafío cotidiano que muchos desconocen: la disfagia. Este término, que define la dificultad para tragar alimentos o líquidos, se convierte en el hilo conductor de una historia que no solo informa, sino que también sensibiliza.

La autora, hablando en primera persona, logra desentrañar las complejidades de la disfagia y ofrece una ventana al mundo interior de quienes la padecen. La descripción detallada de las luchas diarias de Núria para alimentarse no solo ilustra las barreras físicas, sino también las emocionales que rodean esta condición. Cada página es una invitación a empatizar y comprender la realidad de aquellos que enfrentan obstáculos en la tarea aparentemente simple de tragar.

Lo que hace este libro tan notable es su capacidad para concienciar a la sociedad sobre la disfagia. A través de la historia de Núria, la autora arroja luz sobre la falta de comprensión y apoyo que a menudo enfrentan las personas con esta condición. Desmitifica los estigmas asociados con los trastornos de la deglución y ofrece una narrativa que va más allá de la enfermedad, mostrando la resiliencia y la humanidad de Núria.

La narrativa no solo educa sobre la disfagia, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la empatía en nuestra sociedad. Al finalizar el libro, me quedé con una profunda admiración por la fuerza de Núria y con una nueva perspectiva sobre las realidades que enfrentan aquellos que conviven con la disfagia.

El libro tiene tan solo 160 hojas, va narrado en capítulos de un grosor medio y la letra es bastante grande, por lo que es muy fácil de leer. La narrativa es muy ágil y tuve en todo momento muchas ganas de seguir leyendo la historia de Núria.

En resumen, este libro no solo es una fuente de conocimiento sobre la disfagia, sino también un llamado a la compasión y la conciencia social. Núria Jordà, a través de estas páginas, se convierte en más que un personaje; se transforma en un símbolo de la capacidad humana para superar desafíos y, al hacerlo, nos invita a todos a ser más comprensivos y solidarios con quienes enfrentan condiciones médicas que a menudo pasan desapercibidas. Mi más sincera enhorabuena a Núria por un libro tan cargado de significado, se nota a la legua que ha puesto el alma en él.

Y vosotros, ¿conocíais a Núria?